Son los grandes objetivos y grandes sueños
lo que dan sentido a nuestras vidas.
Sólo cuando encontramos un objetivo difícil,
que puede dar sentido a nuestras vidas,
podemos producir,
sin darse cuenta,
la vitalidad, la luz,
el calor y la alegría.
La salud y la felicidad son,
por lo tanto,
sólo el efecto secundario
de un fuerte compromiso
por objetivos de mayor importancia.